Agosto en Madrid

Lo que menos me gusta del verano son los fines de semana cuando me quedo en casa. Es complicado encontrar a alguien que no esté de vacaciones, o que no se haya ido fuera un par de días. Y a veces te quedas solo, sin planes, y terminas cansado de navegar por internet, de ver películas, cansado de tus cuatro paredes y la soledad que encierran, como este fin de semana.

Y pienso en salir solo, en darme una vuelta, en pasear, pero no sé si realmente me apetece.

Pienso en los miles de personas que deben estar ahora mismo como yo, en esta misma ciudad, deseando quedar a tomar algo, hablar, salir, sentarse en una terraza y sentir que han hecho algo con su tiempo en este fin de semana. Pero no las conozco, ni sé de su situación, ni tampoco ellas a mí, y al final nos quedamos todos solos en nuestras casas.

Puede parecer mentira, pero ya estoy deseando que llegue el lunes.

Creo que en un rato saldré a tomar el aire.