La Noguera

La Noguera

Estoy tumbado bajo la noguera centenaria. Sus ramas filtran la luz del sol, la fuerza de sus rayos llega a mí tamizada. Pese al calor que hace en cualquier otro sitio, aquí se está bien. Oigo el ruido del agua saltando, oigo el siseo del viento acariciando las hojas en las copas de los árboles. También oigo sus voces, sus risas, su alegría. Siento la magia que se respira en el ambiente.

Nos hemos vuelto a encontrar, en el mismo sitio en que nos vimos el año pasado y el anterior. Bajo la misma noguera donde bailamos hace veinte años, donde jugamos hace veintitantos. Donde hicimos comidas, reuniones en las que se celebraba algo, donde tuvimos aquellos bonitos encuentros veraniegos. No hemos podido venir todos, y aun así somos un montón.

Recuerdo, nostalgia, "saudade" como dirían los portugueses.Y sobre todo la fuerza de la amistad, esos lazos que no se deterioran pese a la distancia, pese al paso del tiempo. Alegría de volver a verse, brillo en los ojos, sonrisas, besos, abrazos, emoción...

Cierro los ojos y al cerrarlos veo miles de soles volando bajo mis párpados, luces chispeantes que van junto a mí a lo largo de mi camino. Y pienso que son ellos, que esas luces son esas personas, son las que fueron, son las que serán. Las luces que me han acompañado en mi vida, que me acompañan en este momento y las luces que me acompañarán. Y me quedo aún un rato más tumbado, pensando...