Concierto y desconcierto...

27 febrero 2005

Hay velas encendidas...



Posted by Hello
Hay velas encendidas. Su tenue y oscilante luz hace vibrar las volutas de humo de mi cigarro. Mahler suena, todo está tranquilo. Te estoy mirando, de pie a los pies de la cama donde duermes casi sin ropa. Sábanas blancas te cubren medio cuerpo, dejando al aire tu espalda. Disfruto viéndote así, durmiendo, con la ternura, indefensión e inocencia de quien empieza a vivir. Te mueves un poco, quizás has notado mi presencia. En tu movimiento descubres el resto de tu cuerpo; dejas al descubierto tus piernas y las curvas de tus glúteos se insinúan debajo de la tela de ropa interior que los cubre. Sonrío mientras tú sigues durmiendo.

Te miro, te recorro con mis ojos. Quiero que te despiertes dulcemente; termino mi cigarro y me siento junto a ti. Tu presencia me llena, te siento tan cerca de mí... Empiezo a acariciarte, muy suavemente paso las yemas de mis dedos por tu nuca, acaricio tu espalda, recorro con mis dedos la línea de tu columna, arriba y abajo. Noto cómo tu vello se eriza. Sigo acariciándote hasta que te despiertas. Giras tu cabeza y me encuentras allí; sonríes guiñando los ojos. ¡Estás para comerte en ese momento! Giras tu cuerpo, extiendes tus brazos y me abrazas. Te abrazo, siento tu calor que viene del sueño, siento tu cuerpo relajado pegado al mío. Apoyo mi barbilla en tu hombro y tú haces lo mismo, nuestras cabezas juntas. Con una mano te aprieto fuertemente, para comprobar que estás ahí. Con la otra acaricio tu pelo y tu cabeza, recreándome en el momento de intimidad que se me ofrece. Te beso en el cuello, acerco mi boca a tus labios y cierro los ojos. Cierras los ojos.

Abro los ojos y descubro que todo ha sido un sueño, una fantasía; que nada es real excepto el deseo de que todo lo sea...

23 febrero 2005

Patito de goma


Patito Posted by Hello

Un patito de goma puede parecer simplemente un juguete para que los niños se entretengan mientras están en la bañera. De hecho, esa es su misión principal, ¿qué otro significado puede tener?

Para mí también es un símbolo. Significa inocencia, significa ternura, significa la capacidad de reír espontáneamente al jugar con él en el agua, cuando sale disparado a la superficie tras hundirlo; significa capacidad de asombro, significa capacidad de sorprenderse, significa imaginación, capacidad de inventarle una historia e incluso significa la capacidad de dar vida a algo que a priori no la tiene.

Significa seguir siendo niño. Yo ya he dejado de ser niño demasiadas veces, y me tengo que parar de vez en cuando a pensar en ello, a analizar por qué me olvido de tener presente todo lo que significa el patito de goma. Pienso que no es bueno olvidarse de ser niño.

Siempre quise tener un patito de goma. Ahora tengo uno, y me recuerda cuando lo miro mientras me ducho que también tengo que limpiar la mente y el alma para así tener la mirada limpia, para poder mirar con esta renovada mirada a mi alrededor y ver el mundo de una manera distinta.

20 febrero 2005

Kiss V.


Kiss V Posted by Hello

Lo primero que veo cada vez que entro en casa es esta imágen... El beso nº 5, de Roy Lichtenstein.

Me gusta. Me gusta inventar historias cuando lo veo, me gusta imaginar a qué se deben esas lágrimas y esa pasión. Algunos días es un reencuentro, tras una larga y dura separación por fín se vuelven a ver, por fín pueden estar juntos...

También puede ser una reconciliación, la superación de una crisis, la luz que empieza a iluminar ese agujero oscuro en el que (casi) todos hemos estado... Con suerte, en esta ocasión, han salido acompañados. No siempre es así...

Otros días me imagino una despedida. Casi es la imagen que más me gusta: hay amor, quizá aún quede pasión, pero es imposible seguir juntos, demasiado dolor, demasiada entrega, demasiada pasión puesta en juego: simplemente todo es demasiado, todo es excesivo, las emociones son extremas y se están destruyendo mutuamente... Por eso, se tienen que decir adios.

17 febrero 2005

Nervios

Parece que me voy tranquilizando, por fín, tras un día horroroso, de los peores que recuerdo en mucho tiempo. Llevo ya muchas horas fuera de la oficina y ahora por fín me empiezo a sentir un poco más tranquilo.

He llegado a casa con la necesidad de escribir, de expresar algo, de escribir para tranquilizarme, pero me quedo en blanco, no sé qué contar...

Hoy ha sido un día muy raro, de stress, de cabreo, de ver la realidad de una manera pesimista porque en las horas de trabajo he visto que el hombre es un lobo para el hombre repetidas veces. Qué pena, de verdad, que seamos así.

Espero que mi ánimo mejore y poder escribir algo más interesante. Me termino la cerveza y me voy a dormir...

15 febrero 2005

Amistad a lo largo

Pasan lentos los días
y muchas veces estuvimos solos.
Pero luego hay momentos felices
para dejarse ser en amistad.
Mirad:
somos nosotros.

Un destino condujo diestramente
las horas, y brotó la compañía.
Llegaban las noches. Al amor de ellas
nosotros encendíamos palabras,
las palabras que luego abandonamos
para subir a más
empezamos a ser los compañeros
que se conocen
por encima de la voz o de la seña.

Ahora sí. Pueden alzarse
las gentiles palabras
-esas que ya no dicen cosas-,
flotar ligeramente sobre el aire;
porque estamos nosotros enzarzados
en mundo, sarmentosos
de historia acumulada,
y está la compañía que formamos plena,
frondosa de presencias.
Detrás de cada uno
vela su casa, el campo, la distancia.
Pero callad.
Quiero deciros algo.
Sólo quiero deciros que estamos todos juntos.
A veces, al hablar, alguno olvida
su brazo sobre el mío,
y yo aunque esté callado doy las gracias,
porque hay paz en los cuerpos y en nosotros.
Quiero deciros cómo todos trajimos
nuestras vidas aquí, para contarlas.
Largamente, los unos a los otros
en el rincón hablamos, tantos meses!
que no sabemos bien, y en el recuerdo
el júbilo es igual a la tristeza.
Para nosotros el dolor es tierno.

Ay el tiempo! Ya todo se comprende.

Jaime Gil de Biedma

El sábado fui al campo con unos amigos, el domingo preparé la cena a otros, el lunes me invitaron a cenar, y hoy me he tomado unas cañas con uno más y más tarde he tomado unas tapas con otros.

Estoy feliz.

Os quiero, amigos.

12 febrero 2005

De campo, de ciudad

Hoy he vuelto a ir a "patear" por la sierra. Estaba preciosa, todo mucho más lleno de nieve de lo que imaginaba, y con un espléndido sol que ha hecho que el día sea muy agradable. Me ha encantado, lo he pasado muy bien.

Tras mucho tiempo de urbanita, el verano pasado volví a descubrir el placer de caminar por el campo, de admirar la naturaleza, de relajarse fuera del asfalto, respirar aire puro y acostarse agotado para dormir de un tirón como un bendito...

Creo que la gente que se ha (nos hemos) criado en un pueblo valora el campo de manera distinta a la gente que ha vivido siempre en la ciudad. Esta semana, en un programa de la tele, en el apartado "preguntas tontas, respuestas idiotas" se preguntaba que, si los de la ciudad se van al campo a desestresarse, ¿adónde van los del campo si se quieren quitar el stress?. Una de las respuestas decía algo así como "Para quitarnos el stress, los del campo vamos a ver a los de la ciudad hacer el gilipollas... ¡Uy perdon, senderismo!"

Y quizá eso refleje un poco el sentimiento real. Cuando era pequeño, recuerdo que en el pueblo donde vivía se maldecían las hordas de madrileños que llegaban a "invadir" nuestra tierra, nuestras lagunas, nuestro campo... Y eso que hace quince o veinte años la capacidad de movimiento de la gente no era tan grande como es ahora. El campo era parte de nuestras vidas, con la bici en un minuto estabas fuera de la "civilización", nos conocíamos los pájaros, las huellas de los animales y las plantas... El campo estaba ahí, disponible, accesible, siempre cerca, y no requería ningún esfuerzo ni suponía una motivación especial hacer una visita.
Por eso era (o quizá sigue siendo) dificil de entender que tanta cantidad de gente de las ciudades viniera en manadas los fines de semana, llenando todo con su ruido y su presencia, para disfrutar de un día o un fin de semana de campo... Si total, en el campo no había nada especial, nada llamativo...

Ya llevo muchísimos años en la gran ciudad, pienso que soy madrileño, ahora vivo en el centro y me encanta, pero entiendo y comparto esa necesidad de salir, de encontrarte con la naturaleza, de sentir quizá que somos animales, que de ahí venimos y ahí terminaremos, de disfrutar de los paisajes, de oler la tierra mojada, de andar fuera del asfalto... Ahora entiendo lo que antes no entendía.

Ya no sé si soy de campo o de ciudad...

10 febrero 2005

Rampa

El otro día estuve viendo cómo se monta una rampa mecánica, en un mercado... Es curioso, en este mundo hiper-tecnológico en que estamos hay tantas cosas a nuestro alrededor, tantas máquinas, que ni nos paramos a pensar ni cómo funcionan, ni quién las ha puesto ahí, ni qué historia llevan detras...

Vivimos muy deprisa, hay días en que me paro a pensar y digo: ¡Pero si ya se ha terminado la semana! ¡Pero si ya ha pasado otro mes! y al final, todas esas cosas que quiero hacer por y para mí han quedado aparcadas y olvidadas (ya me rio de mi mismo por mis pseudo-propósitos de aprender cosas, apuntarme a teatro, a un coro, a yoga, a un gimnasio, a intentar mantener las relaciones de amistad más vivas día a día...) y a lo único a lo que me he dedicado ha sido a trabajar y a descansar tras el agotamiento provocado, para seguir trabajando al día siguiente...

Hay que cambiar de vida. Hay que aprender a distanciarse del stress, a disfrutar de las pequeñas cosas, de los pequeños momentos, buscar el placer de leer un libro, el calor de tranquilas conversaciones con amigos, las cenas iluminadas con velas y con jazz sonando... El placer de las pequeñas cosas.

Lo tengo que conseguir.

Qué petardo me pongo a veces... Será que voy necesitando unas vacaciones, jejeje.

08 febrero 2005

Mi primera vez

Hace mucho tiempo que no me pongo a escribir, con lo que me gustaba. Hubo una época en la que necesitaba coger un boli, mi cuaderno y contarle lo que me pasaba, realizar un análisis de mí mismo y dejarlo ahí reflejado en palabras, para aclararme, para solucionar mis lios, escribir mis reflexiones y sentirme mejor.

Y de nuevo tengo la necesidad de contar cosas, de contarme cosas... Bueno, más que necesidad, la verdad es que ahora me apetece, digamos que durante una larga temporada he aparcado estas reflexiones, estos análisis, sentarme tranquilamente y escribir, y quiero retomar ese placer.

Y como dicen, "se junta el hambre con las ganas de comer", he descubierto hace poco el mundo de los blogs (sabía de su existencia pero no me veía a mí mismo escribiendo) leyendo un poco, viendo que hay muchas pequeñas historias escritas, contadas, reflexiones, cuentos, textos, vidas al fin y al cabo reflejadas en unas palabras...

Sólo añado un poco más de esto, mis cosas, mis textos, y algo de mi vida...