Concierto y desconcierto...

31 marzo 2005

Cuatro cosas

Existen cuatro cosas en la vida que jamás se recuperan :

La piedra, después de arrojada.
La palabra, después de proferida.
La ocasión, después de perdida.
El tiempo, después de pasado.


Me ha llegado esto en un mail esta mañana, y me ha gustado por la verdad que encierra. He querido ponerlo aquí.

26 marzo 2005

dos y treinta y uno


2:31 Posted by Hello


Acabo de llegar. Hace media hora salí de casa porque quería sentir la noche. He salido de Madrid, estoy prácticamente en el campo, pues en dos minutos a pie se quedan atrás las luces de la civilización. La música me ha acompañado en este pequeño paseo.

He sentido. Hay luna llena, cubierta apenas por unas nubes que pasean por el cielo. La noche está fresca pero no hace frío. Me he puesto a andar; al poco el asfalto ha desaparecido de debajo de mis pies y era tierra lo que pisaba. Tierra blanda, un poco húmeda por el chaparrón de esta mañana.

La silueta de las piedras y las montañas se dibujaba en la clara oscuridad. He visto la tierra abierta, he olido el olor de la tierra rasgada para pedirle que de vida; he visto esa vida naciendo en forma de trigo.

He parado a mirar la luna, he inclinado mi cabeza y he mirado al cielo con los pies en la tierra.

He abierto mis brazos para abrazar al aire y para que el aire me abrazara. He cerrado los ojos y he inspirado profundamente, haciendo que en la respiración todo el aroma de la vida, de la tierra y de la noche entraran en mis pulmones y en mi cuerpo.

Al abrir los ojos me he dado cuenta de que estaban húmedos, me he dado cuenta de que la unión de esas sensaciones y la música que sonaba me ha emocionado como hacía años que nada lo hacía, hasta casi hacer brotar lágrimas.

Hace un rato, he sentido el universo sobre mí.

P.D. Gracias, gracias, gracias por descubrirme esa canción. Siempre que la oiga recordaré.

22 marzo 2005

Tiempo 1

Me levanté y era Navidad.

Ahora me acuesto y es Semana Santa.

El tiempo vuela, y yo estoy agotado.

19 marzo 2005

Confusión

Muchas veces se dan por sentadas cosas que nunca han sido afirmadas; muchas veces las palabras o la forma en que son pronunciadas encierran verdades que están ocultas, encierran significados que se supone que no encierran o que no se supone que encierran. Se supone...

Y, sin dejar de decir la verdad, ésta no se dice completa, pues frases crípticas o ambiguas dan pie a múltiples interpretaciones que la mayoría de las veces se corresponden con lo que se quiere o se espera oír. Pero no siempre es así, y me sorprende.

Hay que analizar a fondo las palabras.

16 marzo 2005

Sarah


Sarah Posted by Hello


Se oyen los latidos de su corazón. Sarah hoy se encontraba muy cansada y se ha acostado pronto. Pum, pum, pum, pum... Pum, pum, pum, pum... Está tranquila, está sosegada, el corazón late suavemente, rítmicamente. Respira profundamente mientras el sueño se va apoderando de ella. Siente como si unas voces de hombre la acurrucaran. Se va sumiendo en un sueño profundo, mientras la música suena. Dos voces principales, cantando sin palabras, le dicen que se duerma, que tiene que descansar.

Sarah, tienes que descansar... Sarah, tienes que descansar...

Sus latidos se aceleran, Sarah se revuelve un poco en la cama. Debe estar soñando algo que la altera. Quizá esté recordando algo. Pum, pum, pum, pupum... Pum, pum, pum, pupum... Sí, está recordando algo, algo que aún hoy hace que su corazón se acelere. Esas voces de hombre. Piensa en los dos. En el que fue el hombre de su vida. También, en el que fue su gran amor. Qué pena que no fueran el mismo hombre.

Sueña que los dos le hablan a la vez. Sueña que le hablan sin palabras, que le dicen la misma cosa en fuga, sueña que se funden las dos voces en una sóla, los dos hombres en uno sólo, sueña con la armonía. Con esa armonía que nunca ha tenido.

Su corazón late cada vez más rápido. Su respiración se entrecorta. Los latidos son cada vez más fuertes. Pum, pum, pum, pupupum... Pum, pum, pum, pupupum... De repente, una cálida música la envuelve. También la envuelve la luz. Una luz blanca, cegadora, un órgano que suena y una voz de ángel que la invita a subir. Sube, Sarah, sube. Un poco más alto. Un poco más alto... Sube, Sarah, sube... Ha llegado tu hora...

El órgano arropa al ángel, el ángel arropa al órgano. Un poco más alto... El ángel le habla, el ángel le cuenta historias sin palabras.

Sarah ya no está en su cama. No. Sarah está flotando en una nube. Sarah está naciendo. Sarah está creciendo, se está enamorando. Sarah está con su gran amor. Sarah ríe, llora, y tiene que decir adios. Sarah está con el hombre de su vida. Con el que compartió todo. Está con su gran amor, al que nunca olvidó. Sarah está viviendo. Está viendo toda su vida. Sarah se deja llevar por la música. Sarah se deja llevar.

Adios, Sarah.

Y es que Sarah tenía noventa años.

(Inspirado en Sarah Was Ninety Years - Arvo Pärt - Tercer movimiento del Miserere)

14 marzo 2005

Instantes

Si pudiera vivir nuevamente mi vida.
En la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido, de hecho
tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría
más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido, comería
más helados y menos habas, tendría más problemas
reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente
cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría de tener
solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos;
no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin termómetro,
una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas;
Si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera y seguiría así hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita, contemplaría más amaneceres
y jugaría con más niños, si tuviera otra vez la vida por delante.
Pero ya tengo 85 años y sé que me estoy muriendo.

Hay gente que dice que es de J.L.Borges, hay gente que dice que no.

Yo se lo quiero dedicar a mi padre, que ha estado el finde ingresado en el hospital. A vivir tenemos que aprender cada día, para disfrutar no podemos esperar a mañana porque quién sabe qué puede pasar.

10 marzo 2005

Estúpida Timidez


Shy Posted by Hello

He estado pensando en la cantidad de cosas (o más bien en la cantidad de historias, de personas) que me he perdido en la vida por culpa de la estúpida timidez.

Hay veces en las que veo un rostro triste, una mirada perdida o simplemente una expresión que me invitaría a preguntar qué está pasando. Pero no tiene mucho sentido preguntar a alguien por su vida porque sí, sin ninguna razón, pues lo más probable es que la reacción no sea precisamente de amabilidad sino más bien de mandarte a tomar viento fresco.

No me refiero a esas ocasiones. Me refiero a esas otras en las que sí notas esa complicidad, ese juego de miradas de ojos que te quieren contar cosas: esa chica que se sienta a tu lado en el autobús, el hombre junto al que estás una hora esperando en una cola para no sé qué, esa persona que te mira de soslayo y roza tu mano mientras se agarra al mismo asidero del metro que tú estás agarrado, quien se tumba en la playa a tu lado y quizá te pregunta la hora...

Me refiero a todas esas personas a las que les habría preguntado ‘¿cómo estás?’, con las que me habría tomado un café, hubiera dado un paseo o, quién sabe, a las que me hubiera gustado abrazar o besar...

He pensado en ello porque ayer viví una de estas situaciones.

Y no hablé por esta estúpida timidez.

07 marzo 2005

Miradas de colores, sonrisas de colores

Ayer quedé a cenar con unos amigos. El sábado salí a comprar lo que me tocó aportar a mí. Sabía más o menos de un sitio donde podría comprar la Hierbabuena que iba a llevar para intentar hacer unos mojitos. Entré en una tienda, regentada por un chino, y le pregunté si tenía hierbabuena. Me miró un poco extrañado, pero al poco me entendió y me dijo "No, el árabe dos puertas más abajo" así que hacia allá que me fui. Llegué y olía a especias. Hablaban en árabe. Había un hombre comprando carne, una mujer esperaba su turno con una bolsa con especias y un ramillete de hierbabuena en la mano. Otro hombre estaba allí sentado, se levantó y salió a la calle. El dueño de la tienda sonreía mientras hacía su trabajo, sonreía mientras te atendía. Esto es difícil de ver aquí en Madrid. Llegó mi turno, pedí la hierbabuena y el tendero me miró entre sorprendido porque un "intruso" entrara en su tienda y satisfecho por lo mismo. Cuando estaba pagando, llegó el hombre sentado que había salido con dos vasos de humeante te con hierbabuena, del bar de al lado. Sonreía, y el tendero sonrió agradecido. Me resultó muy bonito ese gesto, y más (me repito) en la deshumanizada gran ciudad. Al salir, ví que habían entrado en la tienda un guiri muy rubio y su novia, y que ésta elegía un pan de pita para llevarse. Crucé mis miradas con los dos, miraron mi hierbabuena y sonrieron.
Volviendo a casa, paré a comprar manzanas para la tarta en la frutería que hay en la esquina. Llené mi bolsa, cogí un par de limones y me fui al mostrador. Delante de mí había una señora que daba conversación al dependiente, que era hindú. La señora hablaba de alguien de su familia que se había casado con otra persona de un país lejano, y que aunque estaba muy bien, decía que todo era muy distinto. La señora sonreía, su marido intentaba tirar de ella, y el dependiente sonreía.

La señora se fue, pero el dependiente se quedó con esa letanía "Todo es muy distinto, todo es muy distinto..." Me miró a los ojos sonriendo mientras me atendía, y seguía repitiendo "todo es muy distinto, todo es muy distinto"... Sonreía de una manera no sé si amarga, no sé si triste, no sé si esperanzada, pero todo eso se podía ver en sus ojos, que de repente se iluminaron con un brillo especial, que transmitieron en un segundo tantísima emoción que a punto estuve de quedarme explorando en su interior y preguntándole por su vida...

Pero me fui: como siempre, tenía prisa y además me resultaba un poco absurda la situación, no tenía ningún sentido meterme en la vida de nadie. Y sin embargo, sí que intenté transmitirle mi apoyo, comprensión y simpatía con una sonrisa, una sonrisa agradecida por todas las que había recibido yo en un solo rato.

Todo esto sucede en Lavapies. Tenemos mucho que aprender los que vivimos corriendo de un lado para otro: una sonrisa sincera o una mirada limpia nos pueden hacer la vida más bella. ¿Por qué nos cuesta tanto regalarlas?

03 marzo 2005

Baci

"Con i tuoi baci, ho disegnato il mio cielo strellato."

Ésta es la frase que venía ayer oculta en el envoltorio de un bombón que me regalaron. Con tus besos he dibujado mi cielo estrellado. Es una frase bonita.

Un beso, un recuerdo, un amor, una pasión, una noche de sexo, un buenos días, un te quiero, un hasta nunca, un hola, un adios, una lágrima, una bienvenida, una alegría, un momento tierno, un cuerpo, una boca, otra boca, las buenas noches, un arrepentimiento, un reencuentro, una huella, un escalofrío, una canción, un poema, una imagen, un sueño...

Un beso, una historia.

Hoy, mis besos están solos.