Concierto y desconcierto...

30 junio 2009

Pobres diablos

Pobres diablos que vivís amarrados al pasado y os dejáis estar.

Pobres diablos cuyas almas y espíritus no tienen el coraje de liberarse de las garras que los sujetan.

Os agarran de las manos desde historias que ya fueron y no son. Sí, os agarran de las manos y vosotros lo permitís y no os soltáis. Vosotros no hacéis nada, no tenéis suficiente valor.

Pobres diablos que estáis en las tinieblas. Queréis arrastrar hacia la oscuridad a las manos que se os ofrecen para sacaros de ahí. Sembráis noche, y noche recogéis. Habéis escogido vivir en la penumbra, en un ambiente húmedo y asfixiante, en medio de un aire viciado que ahoga y atonta. Es vuestra elección.

Pobres diablos que no queréis mirar a la luz. No queréis. Os iluminan pero preferís girar la cara hacia la podredumbre conocida, preferís sumergiros en esa descomposición que os envuelve y os atrapa. No dais pasos hacia adelante, os quedáis quietos hundiéndoos lentamente.

Pobres diablos que habéis decidido hipotecar el presente y no vivir.

No sabéis lo que os perdéis.

22 junio 2009

La chica de la plaza

Normal. Esa es la palabra que utilizaría para definirla. Normal, una chica normal con un aspecto normal. No es alta, no es baja, no es gorda, no es flaca, no es guapa, no es fea… Es normal.

Nunca ha destacado en nada especialmente. En el colegio no era de las mejores, ni era de las peores. En las fotografías no se ponía delante ni tampoco se ponía detrás, cuando iban de viaje en autobús no se sentaba ni en las primeras filas, ni en las últimas.

Ha tenido dos novios formales, ni altos ni bajos, ni gordos ni flacos, ni guapos ni feos. Tuvo relaciones normales, sin grandes saltos, sin grandes emociones, sin grandes subidas ni grandes caídas. La segunda terminó hace unos meses.

Sufrió un poco, habló con sus amigas normales y todo pasó de una manera normal. Como nunca fue una persona que hiciera grandes locuras, ya había comprado los billetes de avión a Lisboa hace meses. Todo dentro de lo normal.

Pero ha venido sola, ha venido a volver a empezar. Aún no sabe cómo manejarse, alternaba dos guías de viaje que tenía en el bolso para hacer sus planes, para decidir qué hacer.

Se ha ido en el tranvía. Este viaje ha sido un punto de partida hacia una nueva vida. Está harta de ser tan normal…

10 junio 2009

El día en que me transformé en desierto

El día en que me transformé en desierto sabía que estaba al caer. Lo sabía, lo presentía, porque en eso se había transformado mi vida: en un desierto.


Todo sucedió en una sola noche, una noche de luna llena, una noche plateada y cálida.


Como desde aquel día en el que lo perdí todo, aquel día en el que te perdí incluso a ti, inicié mi ritual de cada noche: tras ver un rato la televisión – o tras un rato en el que la televisión me veía a mí, tan pobre era mi atención – suspiré y me levanté del sofá como un muerto en vida. Fui al baño, me lavé los dientes, me desvestí y me fui a la cama.


Me tumbé, como siempre, de lado, mirando a la pared. Y sentí, en ese momento, cómo me iba disolviendo. El momento había llegado. Sentí un cosquilleo extraño que empezó por los brazos y las piernas. Nunca me había sentido tan adaptado a la cama. En principio sentí que me estaba uniendo a ella. Pero no, simplemente me estaba transformando en arena, una arena que rellenaba todos los huecos y que se desparramaba.


Después fue el cuerpo. El cuerpo se deshizo y creó una montaña. Desapareció la angustia, desapareció el dolor, desapareció esa sensación de falta de aire porque de repente todo yo estaba en contacto con el aire. Mis caderas y mi pecho crearon dos dunas, la del pecho se movía como antes de ser desierto y respiraba.


Por último fue mi mente. Se sintió libre, voló y vio cómo mi cabeza se disolvía en pequeños granos de arena. Mi mente es lo único que quedó de mi yo anterior. El resto se transformó en arena, creció, invadió mi lado de la cama, tu lado de la cama, el que había sido nuestro cuarto, la casa, la calle, el barrio y la ciudad. De repente, todo eso quedó cubierto por mí, que me había transformado en desierto.


Y eso fue lo que quedó: la nada, una nada naranja iluminada por la luz del amanecer.



La imagen que he utilizado fue la que me vino a la mente en cuanto comencé a escribir. No recordaba el texto, sólo la imagen. Se encuentra aquí. Y claro, este post es para tí...

Sarah tenía noventa años

Sarah tenía noventa años. Isabel, sesenta y cinco. Veinticinco años de diferencia que, si bien antes importaban poco, ahora habían caído de golpe sobre la conciencia de Isabel. Porque Sarah había muerto, e Isabel se había quedado sola. Tras cuarenta y cuatro años juntas.

Había perdido la cuenta de los amaneceres vistos una al lado de la otra, sentadas mirando a Levante en el banco de su casa. Tantos días, tantas noches, tantas risas, tantas lágrimas… Toda una vida. Se dice pronto.

El día en que cremaron a Sarah, Isabel quiso estar sola. Era un día gris, era un día triste, era un día fresco, con la electricidad de la tormenta cargando el ambiente. La lluvia era inminente. Isabel llevaba dos días sin dormir. Estaba cansada y las lágrimas se le habían agotado.

Llegó a casa, se desnudó y se miró al espejo. Su expresión no cambió. Sólo una inmensa tristeza, unos ojos grises y hundidos, un pelo plateado y sucio cayendo sobre sus hombros se reflejaban. Su cuerpo estaba sano y fuerte. Su cuerpo reflejaba el paso de los años. Su cuerpo desnudo, en ese momento, no era controlado sino por un instinto de supervivencia.

Necesitó aire y salió, desnuda, por la puerta de su casa. De esa casa que hasta ayer había sido de las dos. Avanzó unos pasos y se sentó en su piedra. Apoyó los brazos sobre sus rodillas, y dejó caer su cabeza sobre estos. No lloró, sólo respiró profundamente, intentando deshacer el nudo que ataba su pecho y que le agarraba la garganta.

Isabel suspiró y se quedó ahí durante horas. Aguantó ahí la tormenta y, con la llegada de la noche, se levantó, miró al cielo y girando lentamente, volvió a casa.



Este post tiene un hermano aquí. El texto fue creado a partir de la imagen Sorrow, de Van Gogh, en el taller de escritura del domingo pasado.

09 junio 2009

¡HACE CASI DOS AÑOS!


Parece mentira. Hace casi dos años que no escribo aquí. No tenía conciencia de que hubiera pasado tantísimo tiempo.

Y tantísimas cosas.

No me extraña que, el domingo, en un curso de Escritura Creativa acerca del Cuerpo en el que me inscribí por pura casualidad, descubriera que estoy lleno de historias y de cosas que contar. Así que nada, creo que voy a volver.

Me apetece, realmente me apetece en este momento volver a escribir.

¡A ver lo que dura!

19 julio 2007

Los puentes de Madison County


- No quiero necesitarte.

- ¿Por qué?

- ¿Por qué...? Porque no puedo tenerte.

16 julio 2007

ZODIACO


Hoy he tenido una interesante serie de e-mails con una amiga, tan virgo como yo, en la que hemos hablado de cosas del corazón, desde el corazón y con el corazón, y para terminar me ha mandado una frase que ha leido en el periódico, lo que nos decía el horóscopo para hoy y que es más o menos algo así:

"No dudes en dejar de lado tus escrúpulos para expresar tus sentimientos. Quizás haya alguien esperando oir eso que tienes que decir".

Qué curioso, precisamente hoy…

19 junio 2007

MÁS O MENOS


Qué extraños somos.


Vemos lo que queremos ver

y oimos lo que queremos oir

a veces

menos de lo que es real

y otras veces

más.


Y otras veces

lo que ayer nos resbalaba

como gotas de agua

hoy nos atraviesa

como un rayo

durante un instante que se pasa en un instante

pero que aun así

nos atraviesa.


(Hoy estoy con esa tristeza

que me entra tras volver de casa,

tras volver a casa

y que ya creía superada...)

04 mayo 2007

Inestabilidad


Crees que tienes el toro cogido por los cuernos
y que todo vuelve a estar controlado
pero no es así.

De repente leer unas palabras
o ver unas fotos
o tener una conversación
hace que todo se ponga patas arriba
en tu interior .

Aún estoy
en esa época
de inestabilidad,
aún no he alcanzado
la calma que llega
tras la tempestad.

Mañana me voy
a pasar unos días con la familia
porque lo echo de menos
y lo necesito
e intentaré
lanzar el ancla y encontrar
aún más puntos de apoyo
que me ayuden a superar
esta inestabilidad .

26 abril 2007

AVE FÉNIX

Se dice que en el Edén originario, debajo del Árbol del Bien y del Mal, floreció un arbusto de rosas. Allí, junto a la primera rosa, nació un pájaro de bello plumaje y un canto incomparable. Cuando Adán y Eva fueron expulsados del Paraíso, cayó sobre el nido una chispa de la espada de fuego de un Querubín, y el pájaro ardió al instante.

Por ser el único ser que se había negado a probar la fruta del paraíso, se le concedieron varios dones, siendo el más destacado el de la inmortalidad, a través de la capacidad de renacer de sus cenizas. Cuando le llegaba la hora de morir, hacía un nido de hierbas aromáticas y especias, ponía un único huevo, que empollaba durante tres días, y al tercer día ardía. El Fénix se quemaba por completo y, al reducirse a cenizas, resurgía del huevo el mismo Fénix, siempre único y eterno.

El Fénix es un símbolo del renacimiento físico y espiritual, del poder del fuego, de la purificación, de la inmortalidad.

Como al Ave Fénix, a veces no nos queda más remedio que renacer de nuestras cenizas, extinguir una parte de nuestras vidas hasta reducirla a cenizas para poder volver a nacer de nosotros mismos llenos de fuerza, para poder seguir luchando hasta que, de nuevo, tengamos que incendiarnos y volver a renacer. Hoy quizá me siento en el momento en que ya me he incendiado pero aún no me he reducido a cenizas y, por tanto, aún no he vuelto a nacer.

Incendiarme ahora y tener que volver a renacer de mis cenizas no es lo que yo quería, pero no he tenido otra opción, así que tiene que ser así…

Es la única manera de continuar.

10 abril 2007

Adios


Hola, Beltrán, quería dejar aquí esas palabras que no te pude decir. Porque pasamos muchos años juntos, porque crecimos juntos, aprendimos juntos y jugamos juntos, hemos estado y estaremos unidos para siempre. En la vida se establecen lazos con personas que son más fuertes que los de sangre, y en nuestro caso los lazos que unen a nuestras familias son de los que se eligen, se trabajan y se van haciendo cada vez más sólidos. Éramos casi hermanos.

Recuerdo que sólo hablamos de tu enfermedad una vez, en nuestro último encuentro de junio en las lagunas, y aunque mostraste cierto miedo también te lo tomabas con cierto sarcasmo, siempre con ese ácido sentido del humor que te caracterizaba. Eso es lo que hay que conservar hasta el último momento, el sentido del humor, y tú lo conservaste. Gracias por esa enseñanza, intentaré aplicarla a mi vida cada día.

No pudimos despedirnos ni hablar una última vez porque esa última vez que nos vimos te llevaban al quirófano y sólo se encontraron nuestros ojos y tu sonreíste sorprendido de que yo estuviera allí. Yo tampoco esperaba que aquella fuera la última vez que nos viésemos, ni creo que tampoco me hubiera despedido de ti porque no esperaba que te fueras.

Ya tenías todo planeado. Gracias a ti a noche de la vigilia pascual varias personas volvieron a nacer. Porque tú te fuiste y habías decidido que, si eso pasaba, tus órganos vitales debían continuar viviendo y debían permitir vivir a otras personas. Este acto de generosidad te honra y te honrará siempre. Ha sido muy duro, para ti y para los que te quieren, has estado luchando durante varios meses y finalmente te venció la enfermedad. Hemos estado todos pensando en ti, rezando o mandando energías positivas dependiendo de la creencia de cada uno de nosotros, deseando que el final no fuera este sino el contrario. Pero no ha podido ser.

Quiero que sepas que te voy a echar de menos, y que haré lo que esté en mis manos para apoyar a tus padres y a tu hermano, quiero que se sientan queridos y apoyados y yo intentaré mostrar mi apoyo. Porque los momentos, los días, semanas y meses que están por venir van a ser muy difíciles. Pero la vida debe seguir y tenemos que luchar para ser felices y para superar cualquier dificultad y ser conscientes de que nuestro corazón sigue latiendo y sintiendo, y ser conscientes de que cada día es un regalo.

Ahora me siento raro, porque estoy triste, y estoy analizando qué conclusiones puedo sacar de todo esto. Aún no le encuentro el sentido, pero seguiré buscando porque el dolor hace más fuerte, y porque estos trances nos deben enseñar algo porque si no no entiendo nada…

Adios, amigo, te envío un último abrazo, el que no te pude dar en vida. Espero que estés bien y tranquilo, donde quiera que estés.

05 abril 2007

HECHOS Y PALABRAS, VIDA Y MUERTE...


Hay dos temas hoy que no saco de mi cabeza.

Últimamente ha aparecido la muerte en mi vida, no exactamente en la mía pero sí en la de personas muy cercanas a las que quiero. E incluso también ahora está planeando como una sombra sobre una persona muy querida, de una familia muy querida que casi podría considerar como la mía, joder, ¡si es que hemos crecido juntos! Hemos reído, jugado, paseado en bicicleta, cazado bichos, hemos compartido momentos y pasado la infancia viéndonos casi todos los días, y ahora esto… Yo no había perdido la esperanza, pero tras hablar ayer con mi madre la verdad es que me desanimé bastante porque la ví muy desanimada… De hecho, la semana que viene iban a venir a visitarme mis padres (la primera vez que venían a Lisboa desde que estoy viviendo aquí) y han cancelado el viaje. Eso me hace pensar y preguntarme por qué tiene que ocurrir, eso me afecta y me pone triste, porque veo a las personas sufrir y sufro, porque no sé qué hacer para ayudar (aunque quizá no se pueda hacer nada) y me siento inútil. Cada cual imagino que tiene una manera diferente de enfrentarse a ello, igual que a mí me gustaría que mi gente estuviera a mi lado en el momento en que suceda a alguna de mis personas cercanas, pretendo estar al lado de estas personas, aunque quizá no sea una buena opción porque pueden preferir lamerse las heridas en silencio y en soledad, y no sé qué hacer. No quiero pecar de pesado, no quiero pecar de pasota, no quiero intentar aparentar demasiada alegría para animar, no quiero aparecer deprimido y lloroso para no desanimar más… Es difícil nuestra relación con la muerte. Es de lo que realmente duele, es de lo que te hace pensar que otros problemas son tonterías, una vez que tenemos problemas porque estamos vivos y vivimos... Pensar en todo esto me tiene bastante sensible y vulnerable.

Y hablando de apoyar a los demás en momentos difíciles (y también en momentos fáciles), normalmente todo el mundo dice (decimos) que las cosas importantes se demuestran con hechos más que con palabras, pero a mí también me gustan las palabras, me calman, me hacen sentir bien (o mal) y me hacen darles un sentido más exacto a los hechos. Me hacen sacar mis dudas, mis pensamientos, mis sufrimientos o mis alegrías. Además, ¿a quién no le gusta que le regalen los oídos y le digan cosas buenas y bonitas, a quién no le tranquliizan las palabras tranquilas? ¿A quién no le gustan los abrazos (hechos) acompañados de un “te he echado de menos” (palabras) o de un “te quiero” (palabras)? Para mí eso le da intensidad, me inyecta energía, esperanza y felicidad. Me gusta oir palabras, me gusta sentir palabras… Y hoy las estoy echando de menos.

Quizá hoy lo primero me tenga afectado y por eso siento con más fuerza lo segundo. Porque en momentos así es cuando para mí es más necesario el calor de las personas, el calor de los amigos, el calor de esa persona, el calor de las palabras acompañando a los hechos

Intentaré no pensar demasiado en ello porque ahora debería estar alegre y disfrutando, porque han venido a visitarme amigos de los mejores, porque todo está encaminado para que sea un buen fin de semana y porque la vida, a mí, personalmente, últimamente me sonríe.

21 marzo 2007

Luz


Se han abierto huecos

en los muros de piedra

y ha entrado la luz

y ha entrado aire fresco

y me he dejado llevar.


Y me dejo llevar.



14 marzo 2007

Escribir despacio















Debo escribir despacio


y con cuidado


mientras sigan abiertas las páginas


del libro


que estaba entre mis manos


y que aún descansa


en mi mesilla de noche...

11 febrero 2007

Mundo


Las cosas cambian, las cosas han cambiado.


Hoy somos muchos ciudadanos del mundo los que nos encontramos de vez en cuando a compartir nuestros pequeños mundos, una cena con personas de cuatro continentes, una mesa en un bar con seis personas de seis paises distintos, compartir experiencias, opinones, sensaciones, frustraciones y alegrías, ver con otros ojos las diferencias, hablar de uno y de todos...


Y lo que nos queda por hacer.


Sí, parece que, por fín, las cosas han cambiado.


17 octubre 2006

Récord


Récord. Sólo recuerdo un día de trabajo peor que el de hoy, y si hacemos balance entre el trabajo y el estado de ánimo, es posible que hoy haya sido el peor... Empecé allá por las nueve de la mañana y he terminado ahora, a las doce menos cuarto de la noche. Eso sí, he parado para comer y para cenar...

Anoche creo que quería llorar porque estaba muy triste, porque estaba muy solo; hoy ni fuerzas tengo de querer llorar.

Espero que días como el de hoy no se repitan demasiado porque si no voy a tirar la toalla.

17 septiembre 2006

Tiempo



Ha pasado una semana desde que estuve en casa la última vez.

Han pasado más de dos semanas desde que cumplí años.

Han pasado cuatro meses desde la última vez que pasé por aquí.

Ha pasado un año desde que cambié de ciudad, de país, de vida.

Han pasado dos años y medio desde que empecé a vivir solo.

Han pasado más de cuatro años desde que terminé de estudiar.

Han pasado casi cinco años desde que dejé de amar.

Ha pasado el tiempo, tan deprisa.

Y sigo aquí, y no sé adónde voy.

16 mayo 2006

Olvidado


Es raro, las últimas veces que he visto amor en una película, que he leido amor en un libro, he sentido un desasosiego que no sé explicar. He sentido que era algo tan ajeno, tan olvidado que quizá ese sentimiento estuviera provocado precisamente por eso...

Quién sabe.

28 marzo 2006

A veces también me pasa


No tengo a quién llamar cuando estoy triste. Sí, a veces también me pasa. Ahora, por ejemplo, me pasa.

Echo de menos marcar un número, para decir simplemente que me apetece quedar a tomar algo porque necesito hablar porque estoy triste, y saber que hay alguien al otro lado que recoge el testigo, que me acompaña y que me permite desahogarme.

Y no sólo eso, sino que también me escucha, me entiende, me anima y hace que al final me vuelva a casa con una sonrisa.

Ahora estáis lejos. Aún no he conseguido encontraros aquí.

Os echo tanto de menos, AMIGOS...

14 marzo 2006

PROBLEMA DE EXPRESIÓN

Sólo para decir que te amo,
ni siempre encuentro el mejor término
ni siempre escojo el mejor modo.

Debería ser como en el cine,
el inglés siempre queda bien
y nunca traiciona a nadie.

Tu mundo está tan cerca del mío
y lo que digo está tan lejos,
como lo está el mar del cielo.

Sólo para decir que te Amo,
no sé por qué esta complicación,
parece más bién que sólo te quiero.
Y hasta en los momentos en que digo que no quiero
y lo que siento por tí son cosas confusas,
hasta parece que estoy mintiendo,
y a las palabras les cuesta salir,
no digo lo que estoy sintiendo,
digo lo contrario de lo que estoy sintiendo.

Tu mundo está tan cerca del mío
y lo que digo está tan lejos,
como lo está el mar del cielo.

Es tan difícil decir amor,
que es mejor decirlo cantando.
Por eso esta noche hice esta canción

Para resolver mi problema de expresión
para estar más cerca, mucho más cerca,
para estar más cerca, mucho más cerca.

Clã
Problema De Expressão


He descubierto esta canción hace poco, y me ha encantado. Por eso la pongo aquí. A veces es más fácil decir las cosas si no es con palabras...

02 marzo 2006

¡Estoy harto de tanto frotar!

Sí, es una tontería, pero odio hacer limpieza, hoy me ha tocado la mitad de la casa y mañana la otra mitad...